Bloomberg — Los negociadores estadounidenses y chinos reanudarán las conversaciones comerciales el 9 de junio en Londres, anunció el presidente Donald Trump, mientras las dos economías más grandes del mundo buscan resolver una disputa sobre aranceles y tecnología que ha sacudido a los mercados.
El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer, se reunirán el lunes con representantes de China para tratar el acuerdo comercial, según publicó Trump el viernes en redes sociales. “La reunión debería ir muy bien”.
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La nueva ronda de conversaciones sigue a una llamada de 90 minutos entre Trump y el líder chino Xi Jinping en la que ambos acordaron desescalar las crecientes tensiones provocadas por las preocupaciones sobre el flujo de minerales críticos que necesitan las empresas estadounidenses.
Las conversaciones previas entre ambos países en Suiza, en mayo, dieron como resultado una tregua arancelaria entre Pekín y Washington que sentó las bases para nuevas conversaciones comerciales. Sin embargo, las negociaciones entre los rivales se estancaron tras la reunión de Ginebra, ya que ambas partes se acusaron mutuamente de violar el acuerdo que redujo los aranceles desde niveles alarmantes.
Estados Unidos expresó su preocupación por la falta de imanes de tierras raras esenciales para los vehículos eléctricos y los sistemas de defensa estadounidenses, mientras que China se enojó por las nuevas restricciones estadounidenses a los chips de inteligencia artificial de Huawei Technologies Co., así como otras tecnologías avanzadas y las medidas enérgicas contra los estudiantes extranjeros en Estados Unidos.
Tras su llamada, Trump afirmó haber obtenido el compromiso de restablecer el suministro de imanes de tierras raras. China aprobó licencias temporales de exportación a proveedores de minerales esenciales para los principales fabricantes de automóviles estadounidenses, según informó Reuters.
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Sin embargo, aún quedan dudas sobre qué concedió Trump a Xi en su llamada, algo que el presidente estadounidense buscaba con ahínco. El Ministerio de Asuntos Exteriores chino declaró en un comunicado que Trump le dijo a Xi que los estudiantes chinos eran bienvenidos a estudiar en Estados Unidos, y que Trump posteriormente afirmó que sería un “honor” para él recibirlos.
La llamada entre Trump y Xi generó cierta esperanza en Wall Street sobre aranceles más bajos entre Estados Unidos y China, aunque el optimismo de los inversores fue limitado, citando la falta de detalles sobre asuntos clave y los espinosos asuntos que esperan a los negociadores.
La inclusión de Lutnick en la nueva ronda de conversaciones puede indicar que Trump está dispuesto a reconsiderar algunas de las restricciones tecnológicas que amenazan con obstaculizar las ambiciones de crecimiento a largo plazo de China.
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